El tándem consumo de drogas y custodia compartida aparece cada vez con más frecuencia en los despachos especialistas en divorcios. Si comparte —o aspira a compartir— la custodia de sus hijos con su ex-cónyuge, un juez puede decidir que su consumo de drogas podría resultar en un daño manifiesto a sus hijos. Desde luego no es el mejor contexto educativo.
Esto puede conducir a limitar sus derechos de paternidad o más allá, en casos especialmente graves, el tribunal podría revocar sus derechos por completo. Drogas y Custodia Compartida no son una buena combinación.
Consumo de drogas y custodia compartida: caso por caso
Pero tampoco es cierto que a la mínima insinuación del otro progenitor, la custodia compartida estará fuera del alcance. Se va a valorar caso por caso.
¿El consumo es puntual o habitual? ¿Es un consumo habitual presente o se dio en el pasado? Sea como sea ¿incapacita para ejercer las labores de atención y diligencias propias de la custodia?
El juez tiene que valorar estos aspectos antes de tomar una decisión tan determinante sobre los derechos de un progenitor, ahora bien, recordemos —como siempre hacemos— que en materia de familia, los derechos del menor son un bien jurídico especialmente protegido. Gozan de especial atención.
Advertimos esto, para tener siempre en cuenta que el juez se va a guiar muchísimo de los informes que le haga llegar el Gabinete Psicosocial destinado al caso en particular.
Estos informes deben decir al juez —de forma argumental y clara— lo que necesita saber respecto a:
- Si ambos progenitores son aptos o no para el ejercicio de la guardia y custodia de los menores
- Cómo son la personalidad y los hábitos de los progenitores y en qué forma afectan al menor
En lo atinente al consumo de drogas, los informes del gabinete psicosocial deberán indicar:
- Si existe un consumo actual o si es un hábito ya superado del pasado
- Si existe una dependencia a las drogas por parte de algún progenitor
- En qué medida —en caso de haberla— afectan a su capacidad de guarda y custodia
Jurisprudencia a favor y en contra
La jurisprudencia es asunto de las sentencias previas dictadas para casos similares al de cada momento. Son precedentes legales y son muy importantes porque justamente, sientan un precedente sobre el que construir la espera de un fallo similar y solicitarlo.
En lo tocante al consumo de estupefacientes y la aplicación de un régimen de custodia compartida o en exclusiva, encontraremos ejemplos de diverso signo cuando acudimos a consultar precisamente en la jurisprudencia existente alrededor de esta materia.
Así, la audiencia Provincial de Donostia, en 2015 falló a favor de un padre que alegó un consumo reiterado de estupefacientes por parte de la madre como grave inconveniente para que esta pudiera disfrutar de la custodia, considerando la sala como medida más oportuna atribuir la custodia exclusiva al padre.
Sin embargo, y como decimos, encontramos sentencias de signo contrario. A finales del año 2016 el Tribunal Supremo no encontró motivo para negar la custodia compartida en el consumo de estupefacientes de uno de los progenitores, ya que pudo atribuirse a algún episodio ya superado en su pasado y que no tenía efecto ni proyección al tiempo actual.
Como se puede apreciar, se mirará caso por caso para enjuiciar de modo individual cuándo sí y cuándo no, el consumo puede redundar en un menoscabo del interés del menor y cuándo no.
Norma Castelli
Norma Castelli es abogada especialista en Derecho de Familia. Su despacho, en Villanueva de la Cañada es una referencia en ámbitos como:
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