Divorcio pacífico: 5 ideas para lograrlo

Un divorcio pacífico es siempre más barato, acaba antes y tiene menor coste emocional que uno encallado, contencioso y judicializado. Esto es una obviedad incuestionable (permíteme el pleonasmo) que no podemos soslayar. En su lugar, vamos a ver qué podemos hacer para aspirar con cierto sentido de la propiedad a este tipo de divorcio pacífico y de más pronta resolución.

Divorcio pacífico: ¿qué hacer para conseguirlo?

Hemos tomado la decisión de divorciarnos de nuestro cónyuge. El cónyuge se siente de la misma manera: abrumado por las emociones, pero realmente ambos desean una separación lo más amigable posible. Qué pasos podemos dar, viendo que el divorcio no tiene que ser por fuerza una experiencia contenciosa e impulsada por la ira. Llevado cordialmente, el divorcio puede ser un trampolín para lograr un objetivo personal y minimizar los daños colaterales ¿Qué pasos podemos dar?

Información cualificada

En Internet está todo. Toda la información que necesitas la encuentras a golpe de Google. El problema es que dentro de ese “todo” está lo bueno y lo malo. Información veraz y actualizada e información inexacta, incorrecta o directamente mala. ¿Cómo reconocer y distinguir cada una? En caso de ser capaces ¿cuánto tiempo puede llevar eso? Y más aun, ¿cómo aplicarlo a nuestro caso? Lo mejor es ir de la mano de un profesional del Derecho de Familia y tendremos la información correcta, en el momento correcto y lista para nuestro caso concreto.

Procurar un buen estado físico y mental

El objetivo es que pienses de manera clara y positiva y para ello tienes que procurarte un estado de salud fresco, saludable y energético. A través de la atención plena y de la plenitud física y mental, puedes resolver cualquier pensamiento que pueda estar inhibiendo tu mejor predisposición para impulsar un proceso de divorcio pacífico. Le harás un favor a tu mente al mantener tu cuerpo saludable también.

Puede ser fácil pasar —en un contexto de alto estrés emocional como sin duda es un divorcio— a una alimentación emocional o abandonar los hábitos saludables habituales que puedas tener. No lo hagas en la medida de lo posible.

Concentra atención en el divorcio

Si realmente desea un divorcio pacífico, dale la energía y el tiempo que requiere. No es que sea un problema que tengas otra relación sentimental en marcha al momento de iniciar el divorcio, pero si no estás en este contexto, pospón esta nueva etapa —comenzar una nueva relación— mientras necesitas tu concentración para trabajar para cerrar la anterior. Así, no vas a fragmentar tu tiempo, mente y atención.

Prioriza el bienestar de los hijos

Muestra a tus hijos el ejemplo de que sus padres (y las personas) no solo pueden sobrevivir, sino prosperar a través de uno de los mayores desafíos de la vida. Que los problemas se pueden resolver de forma pacífica.

Una y otra vez, hemos visto cómo los divorcios plagados de conflictos afectan negativamente el bienestar mental y emocional de los niños. Al elegir divorciarse en paz, permites que tus hijos sean testigos del poder del respeto, la resiliencia y la cooperación. Mientras tanto, tienen la oportunidad de sentirse apoyados y amados a pesar de tener que hacer frente a la nueva estructura de crianza que se avecina.

Respeto por el otro

Hay innumerables razones por las que te estás divorciando de alguien a quien alguna vez amaste. Esto no significa que debas desearle mal porvenir. Por el contrario, comprender los puntos de vista del cónyuge y trabajar juntos son requisitos absolutos para un divorcio amistoso. Para colaborar eficazmente, deberás respetar a su cónyuge y ser razonable en sus negociaciones. Por ejemplo, podrías considerar estos consejos para mantener el tono pacífico durante el proceso:

Divorcio pacífico: 5 ideas para lograrlo. Prueba cosas como: No culpar; respira y piensa antes de reaccionar impulsivamente; descarta los acuerdos que buscan castigar al otro/a Share on X

No culpar o señalar con el dedo
Haz una pausa, respira y piensa antes de reaccionar impulsivamente a los mensajes de texto o correos electrónicos de tu cónyuge.
Mantén la calma incluso si tu cónyuge se porta mal durante las conversaciones o negociaciones.
Descartar los términos del acuerdo que se basan únicamente en castigar a tu cónyuge
No hables mal del otro/a con su círculo íntimo