¿Cuáles son las señales de que debería divorciarme? Si has llegado hasta esta pieza, es que estás acogiendo ciertas dudas en tu interior. Decidir si estás en un matrimonio fallido, —sin remedio— no es una elección fácil, especialmente cuando te has esforzado para tratar de salvar lo que se siente como una relación sin amor.
Es posible que hayas elegido pasar por alto esos primeros signos de que el divorcio es la mejor decisión para uno (o para ambos) y has estado lidiando con una relación infeliz durante algún tiempo.
Es posible que hayas elegido pasar por alto esos primeros signos de que el divorcio es la mejor decisión para uno (o para ambos) y has estado lidiando con una relación infeliz durante algún tiempo. Share on XO tal vez esperas que al matrimonio todavía le quede algo de ganas de luchar y no esté todo perdido. No es una decisión para tomar a la ligera. Pero tal vez ahora, ya sea por un cúmulo de argumentos, una infidelidad que socava la confianza o algo completamente diferente, claramente estás contemplando una separación permanente.
«Se pueden revivir muchas relaciones», en opinión de Robyn D’Angelo, terapeuta matrimonial y familiar y autora de varios libros sobre el particular.
«Pero si hubo demasiado descuido, daño o agotamiento de todos los ‘nutrientes’ necesarios para cultivar una relación saludable, es posible que haya llegado a su fecha de vencimiento final».
Robyn D’Angelo, terapeuta matrimonial y familiar
Según nuestra experiencia como abogados especialistas en divorcios en Madrid, estas son las señales más comunes de que deberías considerar el divorcio como la salida lógica a una convivencia o relación deteriorada en exceso:
¿Cuáles son las señales de que debería divorciarme?
Nunca discutes.
Lo creas o no, se supone que debes discutir. El silencio y la evasión pueden ser perjudiciales para una relación. Cuando ya no te pueden molestar más, significa que falta algo, que te da igual la otra persona, que no te afecta su opinión y por eso ni siquiera le discutes opina la Dra. Juliana Morris, autora del libro Marriage without borders.
No todas las peleas son productivas, pero es saludable poder resolver las discusiones de una manera que beneficie al matrimonio. Pelear es un problema, discutir es sano. Discutir habla de contraponer puntos de vista para encontrar en el diálogo y con el diálogo, un punto de encuentro en el centro.
Si no quieres discutir, no quieres compartir tu opinión ni escuchar la del otro.
Ganar lo es todo.
Si bien nunca pelear (es decir, el desapego total) puede ser una señal de un divorcio inminente, la forma en que discuten cuando tienen un desacuerdo es otra indicación. De manera sana se desea que un conflicto se resuelva de una manera que preserve la relación. Si pelear se trata más de señalar con el dedo, culpar y de la necesidad de ‘ganar’, el enfoque se convierte en poder y no en conexión.
Y eso, es una bandera roja. Safety car en pista.
Buscas provocar a tu cónyuge.
Cuando te das cuenta de que constantemente estás probando hasta dónde puedes llevar tu matrimonio antes de que se rompa por completo, estás jugando a la ruleta del divorcio. Sunny Joy McMillan, autora de Unhitched, dice que una vez que comienzas a tratar de empujar el umbral de tu cónyuge, es posible que inconscientemente quieras terminar con la relación, pero tengas miedo de dar el paso.
Por ejemplo, si dejas tu ordenador abierto con un intercambio de correo electrónico inapropiado a la vista (léase: coqueto), puedes estar provocando en secreto que tu pareja lo encuentre para iniciar una conversación sobre por qué has sido infeliz.
Hacen que tu corazón se acelere.
No estamos hablando de la cháchara del amor. Nos referimos a un estrés que aumenta la frecuencia cardíaca. Si tienes una reacción física negativa, cuando tu cónyuge entra en la habitación, es importante que prestes atención a lo que te dice tu cuerpo.
Sin sacar este consejo de contexto.
Ocultas tu verdadero yo.
Si sientes que serás rechazado/a si tu pareja ve «todo» lo que eres, es imposible estar en una relación satisfactoria.
Cuando tienes que filtrarte constantemente o mantener tus opiniones espontáneas fuera de la vista de tu cónyuge, testimonias una falta de respeto a tu opinión y a ti mismo/a. Y eso es difícil de arreglar.
¿Estás compensando en Facebook?
Las redes sociales suelen fabricar una versión extremadamente editada de nuestras vidas. Cuando tú o tu pareja de repente empezáis a compartir demasiado en las redes sociales, generalmente es un intento de encubrir la verdad. Esa necesidad de mostrarle al mundo lo buena que es la relación, cuando en realidad no lo es, puede ser una señal de que las cosas se están desmoronando.
Cuando la idea de irte te asusta muchísimo y, sin embargo…
Si la idea de irse te asusta, pero aun así prefieres irte que quedarte, es un indicador bastante fuerte de que es hora de irse.
Es «yo» y «mi» y nunca «nosotros»
El matrimonio requiere trabajo en equipo, y eso significa unirse por un objetivo común. Cuando la mentalidad de equipo se detiene, puede ser una señal de que el matrimonio ha terminado.
Deja de ser tu persona favorita.
¿A quién llamas cuando tienes un mal día? ¿Quién es la primera persona a la que envías un mensaje de texto cuando escuchas buenas noticias? Hay un increíble arco iris afuera de tu ventana… ¿a quién, además de Instagram, quieres enviarle la foto?
Si sientes que tienes que dar el paso, por reconocerte en estos síntomas, podemos ayudarte:
Norma Castelli
Norma Castelli es abogada especialista en Derecho de Familia. Su despacho, en Villanueva de la Cañada es una referencia en ámbitos como:
- SEPARACIONES
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- MEDIDAS PATERNOFILIALES
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