Los viajes al extranjero con hijos cuando sus padres están separados, son uno de los aspectos que pueden complicar la organización del periodo de vacaciones. El simple hecho de viajar fuera del lugar de residencia ya supone un tiempo mínimo de estancia, al que además habrá que añadir el tiempo empleado en el desplazamiento. En ocasiones la disponibilidad de fechas o precios de billetes son determinantes y por lo tanto si la relación entre los padres no es flexible para el reparto de las vacaciones, puede suponer un enfrentamiento directo entre los progenitores. Para un buen transcurso de la relación a largo plazo desde Castelli Abogados recomendamos contar con profesionales que asesoren en el proceso.

Este tipo de actividades siempre es mejor si se realizan con el conocimiento y consentimiento del otro progenitor, y es importante saber que en cualquier momento una autoridad podrá requerirnos el permite en un puesto de aduanas.

Planes dentro y fuera de la Unión Europea

Entre los viajes al extranjero realizados con hijos menores también debemos distinguir entre aquellos cuyo destino está dentro de la Unión Europea, y los que están fuera de ella. Los progenitores tienen la libertad, salvo que un juzgado determine lo contrario, de elegir dónde quieren pasar las vacaciones con sus hijos o qué viajes al extranjero quieres hacer y no existe ninguna exigencia de contar con el permiso de la otra parte. ¿Qué ocurre si nos decidimos por un destino fuera de la Unión Europea? Debido a que la circulación de personas se establece con un reglamento diferente, necesitaremos el pasaporte para salir del país. En los casos de hijos menores con padres divorciados, el menor necesita el consentimiento de ambas partes para la tramitación del pasaporte, por lo que de esta forma ya está dando su consentimiento de forma explícita.

Casos en los que se requiere autorización para viajes al extranjero con menores

Existen algunas casos críticos en los que sí se requiere una autorización concreta para poder realizar viajes el extranjero debido a los riesgos que se pueden correr. Estos casos son los siguientes:

  • Riesgo en destino. El exotismo de algunos viajes, la precariedad de algunos países o la situación de pandemia que puede estar viviendo un lugar en estos momentos por ejemplo, son un detonante para que exista la necesidad de un consentimiento por escrito del otro progenitor. En estos casos, que se dan en ocasiones muy excepcionales, se puede solicitar al Juzgado, unas medidas urgentes que impidan la salida del país. Es importante distinguir entre lo que es y no es un riesgo real. En ocasiones los padres tienen fobias que pueden afectar al planteamiento de cuestiones de este tipo o simplemente buscan una manera de boicotear los planes de su ex pareja.  
  • Cuando así lo establezca el convenio regulador. El convenio regulador es un documento donde se establecen las normas de forma previa y en ocasiones, este tipo de desplazamientos también están regulados a petición de los progenitores. Suelen incluirse en los convenios de padres en los que una de las partes es natural de otro país y con lo cual, los desplazamientos al lugar de origen pueden ser más habituales. En estos casos existe riesgo de no retorno o simplemente de que no se cumplan los repartos de fechas o se asista con regularidad al centro educativo conforme a calendario escolar.
  • Riesgo de no retorno. Las relaciones entre los padres en ocasiones llega a puntos extremos y es entonces cuando puede darse riesgo de no retorno. Es importante recopilar todos los datos e informaciones que puedan respaldar esta situación.

 

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