Cómo encarar un divorcio: 14 claves para que no sea traumático

Hoy vamos a hablar acerca de cómo encarar un divorcio. Te vamos a dar 14 consejos prácticos para que el proceso de divorcio no resulte tan traumático ni para ti ni para los que te rodean. Llegamos a estas 14 claves gracias a nuestra experiencia en muchos divorcios similares al tuyo, que nos han permitido detectar buenas prácticas que ahora compartimos contigo.

Cómo encarar un divorcio 14 claves

Pasar por una separación o divorcio puede ser muy difícil, sin importar el motivo. Puede poner su mundo patas arriba y hacer que sea difícil pasar el día de trabajo y mantenerse productivo. Pero hay cosas que puede hacer para superar este difícil ajuste.

Reconoce que está bien tener sentimientos diferentes. Es normal sentirse triste, enojado, agotado, frustrado y confundido/a, y estos sentimientos pueden ser intensos. También puedes sentir ansiedad por el futuro. Acepta que reacciones como estas disminuirán con el tiempo. Incluso si el matrimonio no fue muy saludable que digamos, aventurarse en lo desconocido es aterrador.
Date un respiro. Date permiso para sentirte y funcionar a un nivel inferior al óptimo durante un período de tiempo. Es posible que no puedas ser tan productivo/a en el trabajo o cuidar a los demás exactamente de la manera en que están acostumbrados durante un tiempo. Nadie es un superhombre ni una supermujer; tómate algo de tiempo para sanar, reorganizarte y revitalizarte.
No pases por esto solo/a. Compartir tus sentimientos con amigos y familiares puede ayudarnos a superar este período. Considera unirte a un grupo de apoyo donde puedas hablar con otras personas en situaciones similares. Aislarse puede aumentar tus niveles de estrés, reducir tu concentración y obstaculizar tu trabajo, relaciones y salud en general. No tengas miedo de obtener ayuda externa si la necesitas.
Cuídate emocional y físicamente. Sé bueno/a contigo mismo/a y con tu cuerpo. Tómate un tiempo para hacer ejercicio, comer bien y relajarte. Mantén tus rutinas normales tanto como sea posible. Trata de evitar tomar decisiones importantes o cambios en los planes de vida. No acudas al alcohol, drogas o cigarrillos como una forma de sobrellevar la situación. No queremos agravar los problemas sino superarlos.
Evita las luchas de poder y las discusiones con tu cónyuge o ex cónyuge. Si una discusión comienza a convertirse en una pelea, sugiere con calma que ambos intentéis hablar de nuevo más tarde cuando haya más relajación y predisposición al diálogo.
Tómate tiempo para explorar tus intereses. Vuelve a conectar con las cosas que te gusta hacer aparte de tu cónyuge. ¿Siempre has querido dedicarte a la pintura o jugar en un equipo de fútbol amateur? Inscríbete en una clase, invierte tiempo en tus pasatiempos, hazte voluntario y encuentra el tiempo para disfrutar de la vida y hacer nuevos amigos.
Piensa positivamente. Es mas fácil decirlo que hacerlo ¿Verdad? Puede que las cosas no sean iguales, pero encontrar nuevas actividades y amigos, y seguir adelante con expectativas razonables hará que esta transición sea más fácil. Sé Flexible. Si tienes hijos, las tradiciones familiares seguirán siendo importantes, pero es posible que algunas deban ajustarse a tu nueva situación. Contribuye a crear nuevas actividades familiares.
La vida volverá a la normalidad, aunque la “normalidad” puede ser diferente de lo que esperabas originalmente. Enfócalo así. No podemos controlar todo lo que nos pasa en la vida.
Hablar con los niños y disipar dudas y miedos… Si tienes hijos, aquí hay una breve lista de consejos que pueden ayudar a tus niños pequeños y adolescentes a sobrellevar la situación. Tienes que hablar del tema con ellos. No dejes que ellos saquen sus propias conclusiones sin dialogar porque alimentarán muchos falsos mitos y temores.
Tranquilizar y escuchar. Asegúrate de que tus hijos sepan que tu divorcio no es su culpa. Escucha y alivia sus preocupaciones, y sé compasivo pero directo en tus respuestas. Empatizar es la clave en un proceso de divorcio ¿recuerdas?
Mantener la estabilidad y las rutinas. Trata de mantener las rutinas diarias y semanales de los hijos lo más familiar y estable posible.
Ofrece una disciplina constante. Ahora que tus hijos pueden compartir tiempo con ambos padres por separado, asegúrate de acordar con anticipación la hora de acostarse, los toques de queda y otras decisiones cotidianas, así como los límites.
Hazles saber que pueden confiar en ti. Haz y cumple promesas realistas. Y no les confíes demasiado tus sentimientos sobre el divorcio. Ellos no son tus psicólogos ni tus amigos. Son parte del proceso. Hay muchas consecuencias para ellos, además de por su edad, no les puedes pedir la objetividad que tienen tus amigos o un psicólogo.
No involucres a tus hijos en el conflicto. Evita discutir o hablar negativamente sobre el otro progenitor frente a tus hijos. No los uses como espías o mensajeros, ni los hagas tomar partido.